¿Quién tiene los derechos sobre la portada de mi libro?
Cuando estamos hablando de una obra, ya sea literaria o científica, que se plasma en un libro tenemos que diferenciar el contenido de la obra con otro tipo de incorporaciones al libro que no forman parte de la obra y que tienen funciones más bien de “adorno" de la misma entre las que se encuentran la portada. Esta circunstancia se va a dar sobre todo en las obras literarias pues muchas obras científicas responden a determinadas colecciones editoriales que se caracterizan por tener una portada identificativa de dicha colección.
Lo cierto es que con respecto a esas portadas y contraportadas el autor no suele tener ninguna intervención o simplemente se reserva el derecho de dar una aprobación final de las mismas, sobre todo en el caso de obras de tipo literario donde la portada es un elemento importante de cara a la venta del libro a los lectores.
En la mayor parte de las ocasiones cuando un libro se publica por parte de una editorial es esta editorial la que tiene los derechos de las portadas y de las contraportadas, bien porque han sido creadas por la propia editorial o bien porque han sido creadas por terceros, normalmente diseñadores gráficos que, a su vez, le han cedido los derechos a la editorial.
Este tema es importante porque en muchas ocasiones cuando finalizan los derechos de una editorial sobre nuestros libros queremos recuperar todo el libro, creyendo que la portada forma parte del mismo, pero esa portada no nos pertenece, sino que pertenece a la editorial, por lo que tendríamos que pedirle permiso a dicha editorial para volver a reproducir el libro tal y como se efectuó en las ediciones publicadas anteriormente.
En el caso de que seamos nosotros quienes hayamos autoeditado el libro o hayamos encargado a un portal de autoedición la gestión de la portada, seremos nosotros los titulares completos de la misma de modo que podremos utilizarla sin ningún problema.
No tenemos que olvidar, además, que dentro de la portada pueden incluirse otras obras sujetas a derechos de propiedad intelectual o derechos de imagen, por ejemplo cuando reproducimos un cuadro o una fotografía (que tienen sus autores) o cuando se usa la imagen de una persona en cuyo caso nos encontraríamos con que concurren los derechos del fotógrafo que ha sacado esa fotografía y los derechos de la persona propiamente dichos y que se corresponden con la legislación sobre honor intimidad y propia imagen.
Lo mismo que se dice de la portada podemos también aplicar a determinados elementos originales que emplea la editorial en la edición de la obra, como por ejemplo una tipografía especial, las páginas de créditos, o el logo de la editorial disperso por el libro. Estos elementos también le corresponden a la editorial y por lo tanto es totalmente legítimo que sí ha terminado un contrato con una editorial y queremos publicar el libro por nuestra cuenta o dárselo a otra editorial en las siguientes ediciones no se pueda utilizar los elementos propios de la editorial anterior.
NOTA: la visualización de esta página implica la aceptación de los términos y condiciones de uso de este espacio web (ver Aviso legal y Política de privacidad y de cookies).