¿Me puede exigir un contrato de edición un portal de autoedición?
Desde aproximadamente el año 2005, con la implantación de la impresión digital bajo demanda, los programas informáticos de maquetación de libros y la distribución por internet han surgido los llamados portales de autoedición.
Estos portales ofrecen determinados servicios, como maquetación, corrección, impresión, distribución en portales de internet y en algunos casos en librerías, etc., pero para ello el autor ha de pagar esos servicios.
Se trata, en definitiva, del sistema utilizado durante toda la vida en el que un autor escribía un libro y lo llevaba a imprimir a una imprenta, que le entregaba todos los ejemplares para que aquel hiciera con ellos lo que quisiera, como regalarlos o venderlos. Lo que sucede es que ahora, por motivos tecnológicos, ese autor puede distribuir a nivel mundial y, si gestiona bien la promoción de la obra, llegar a ingresar unos márgenes mucho mayores de aquellos que obtendría si siguiera la cadena tradicional del libro.
Lo que sucede es que muchos portales de autoedición, que suelen coincidir con minúsculas organizaciones en los que hay pocas personas, se autodenominan editoriales, y cuando un autor va a contratar sus servicios les obligan a firmar un contrato de edición con la correspondiente cesión de los derechos de autor por parte del autor a la empresa de autoedición, cosa que es completamente ilegal.
El motivo es que la LPI señala en su artículo 58 que “Por el contrato de edición el autor o sus derechohabientes ceden al editor, mediante compensación económica, el derecho de reproducir su obra y el de distribuirla. El editor se obliga a realizar estas operaciones por su cuenta y riesgo en las condiciones pactadas y con sujeción a lo dispuesto en esta ley.”
Es decir, que en un contrato de edición el autor no ha de colaborar económicamente con la edición, pues es el editor quien a su cuenta y riesgo edita y comercializa la obra y, además, ha de pagar al autor (no el autor al editor) lo que se haya pactado en forma de royalties.
Por todo ello si un portal de autoedición exige una cesión de derechos por parte del autor quizás sea mejor ir a otro portal en el que el autor retenga sus derechos (Por ejemplo, la propia Amazon), buscarse una editorial tradicional o directamente hacerse cargo el autor del proceso editorial.
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