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El bosón de Higgs y la señora Thatcher


Esta es la versión en la física del descubrimiento del ADN
Peter Knight

El modelo estándar explica la masa en reposo de las partículas elementales como el fruto de la interacción de tales partículas con un campo cuántico que impregna todo el espacio, el denominado campo de Higgs. Este concepto ha dado origen a un buen número de analogías a las que los físicos de hoy muestran ser tan aficionados. Ha sido descrito como un “campo de barro cuántico”, de tal forma que las partículas sin masa (fotones, gluones) lo atraviesan sin mancharse, mientras que las restantes (electrones, quarks, etc.) se frenan al cruzarlo tanto más cuanto mayor es su masa intrínseca. A este campo, según los cánones del modelo estándar, se le ha de asociar una partícula específica, que ha sido llamada bosón de Higgs.

La búsqueda del bosón de Higgs en los aceleradores de partículas ha sido objeto de poderosa insistencia por parte de los científicos, y receptora de cuantiosas inversiones económicas. Pero la idea que subyace resulta bastante elusiva. Tanto es así que, en la década de 1990, el ministro británico de la ciencia, William Waldegrave, prometió públicamente una botella de champán a quien lograra explicarle en términos sencillos a qué extraña aventura científica estaba dedicando el dinero de los contribuyentes. La apuesta fue ganada por el investigador británico David Miller en una metáfora que ha pasado a los anales de la divulgación científica.

En aquellos tiempos gobernaba en el Reino Unido la rotunda política conservadora Margaret Thatcher como primera ministra. Miller imaginó una sala de reuniones del partido tory inglés repleta de militantes que se distribuyeran uniformemente por la misma: tal sería el campo de Higgs, en un principio ubicuo, anodino e intrascendente. Sin embargo, cuando en un momento dado entra en la sala Margaret Thatcher (la “partícula” que interacciona con el campo), de inmediato los militantes se congregan alrededor de ella para agasajar a su líder, de forma que la primera ministra ha de ralentizar su marcha ante la aglomeración, dicho de otro modo, Thatcher adquiere “masa”. Ahora bien, si en lugar de la primera ministra (en la analogía, un electrón, un quark u otra partícula susceptible de tener masa) hubiera entrado en la sala un ujier, los militantes no se habrían sentido interesados por el hombre, que habría atravesado el espacio sin perturbaciones de ninguna clase: el ujier sería comparable a una partícula sin masa como, por ejemplo, un fotón o un gluon.

Referencias:
Esta historia es un extracto del artículo “La física del siglo XXI” publicado en Acta (http://www.acta.es/medios/articulos/ciencias_y_tecnologia/052043.pdf). El programa radiofónico A hombro de gigantes dedicó un monográfico a “El bosón de Higgs, la pieza que faltaba” (http://www.rtve.es/alacarta/audios/a-hombros-de-gigantes/boson-higgs-pieza-faltaba/1461225/). En la página web del CERN se pueden consultar diversos materiales divulgativos sobre la naturaleza y propiedades del bosón de Higgs (http://home.cern/topics/higgs-boson). En inglés se aconseja una lección TED creada por Don Lincoln que explica el campo de Higgs (http://ed.ted.com/lessons/the-higgs-field-explained-don-lincoln#review).

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