El engaño y la orquídea
La flor es la poesía de la reproducción
Jean Giraudoux
La orquídea es una femme fatale. Promete sexo y néctar. Emite aromas turbadores y adopta formas lúbricas a las que su víctima sucumbe sin remedio. El insecto, seducido, copula con esta falsa hembra y no obtiene alimento. Cubierto por completo del polen de la flor, acudirá después, con nuevo embeleso irresistible, hasta otra embaucadora para, esta vez, fecundarla con la semilla ajena.
Conductas como estas no son las más comunes en el reino vegetal. Muchas plantas recurren a estrategias vistosas para atraer a sus polinizadores: insectos, moluscos, aves, murciélagos o monos responden a su reclamo, mas reciben un premio por colaborar. Su néctar o sus frutos son pródigos manjares.
Para Stefano Mancuso, tales comportamientos son distintas muestras de lo que él llama la inteligencia vegetal. Este biólogo de la Universidad de Florencia se ha sumido en una entusiasta labor divulgadora y no teme las frases provocativas. “No hay diferencia entre la inteligencia de los animales y la de las plantas”, declara convencido, “pero estas son más sensibles”. Y añade: “Las plantas llevan una importante vida social y cuidan de sus hijos”. “Cuando olemos el perfume de una flor, estamos oliendo su mensaje”. “Las plantas tienen neuronas”. Perlas de este tenor tienen cierto sentido metafórico. Aunque no solo eso.
Los estudios rigurosos de la neurobiología vegetal, de la que a Mancuso se le considera fundador, deparan resultados que merecen una reflexión. Su libro Sensibilidad e inteligencia en el mundo vegetal, coescrito con Alessandra Viola, propone algunas ideas sugerentes. Las plantas distan de ser “organismos pasivos, carentes de sensibilidad y de cualquier tipo de comportamiento individual y social”. Al contrario, poseen los mismos sentidos que el ser humano (vista, oído, tacto, gusto y olfato), aunque desarrollados “a la manera vegetal”, y los complementan con otros muy sofisticados para percibir la gravedad, la humedad, los campos electromagnéticos o los gradientes químicos.
Los seres vegetales utilizan moléculas específicas para comunicarse e intercambiar información. Cuando son atacados, producen sustancias desagradables o nocivas para sus agresores. Estas emanaciones químicas son percibidas por otras plantas, que se preparan para la defensa y buscan aliados: algunas llaman, con mensajes químicos, a los depredadores de sus plagas. En su elusivo lenguaje, las plantas hablan con sus congéneres y reconocen a los miembros de su familia próxima. Ejemplares de un mismo linaje compiten menos entre sí por los recursos que si se reconocen como extraños dentro de su especie.
“Las plantas se alimentan sin boca, respiran sin pulmones y ven, saborean, oyen, se comunican y se mueven pese a no disponer de órganos sensitivos como los nuestros. Entonces, ¿por qué ponemos en duda que sean capaces de razonar?”, se pregunta Mancuso. Para él, estos seres son manifiestamente inteligentes. Los ápices de sus raíces emiten potenciales de acción semejantes, a menor escala, a los que generan los cerebros de los animales.
Profusamente bifurcadas, las raíces actúan como elementos de una inteligencia “en red” que dota a las plantas de “consciencia sobre lo que son y lo que las rodea”. Como en el reino animal, describe Mancuso, existen especies generosas, honestas, “que recompensan a quienes les ayudan y castigan a quienes tratan de lastimarlas”. Otras, en cambio, son falaces y oportunistas, deshonestas y manipuladoras. Volvamos a la orquídea.
- Referencias:
- Stefano Mancuso, fundador del estudio de la neurobiología vegetal, ha hablado de las raíces de la inteligencia de las plantas en una charla TED (https://www.ted.com/talks/stefano_mancuso_the_roots_of_plant_intelligence?language=es). Jonathan Drori departió sobre los hermosos trucos de las flores (https://www.ted.com/talks/jonathan_drori_the_beautiful_tricks_of_flowers?language=es) y Michael Pollan adoptó una visión del mundo desde el punto de vista de la planta (https://www.ted.com/talks/michael_pollan_gives_a_plant_s_eye_view?language=es). Esta misma cuestión fue abordada en el programa Redes, de Radiotelevisión Española, “Las raíces de la inteligencia de las plantas”, centrado en las ideas de Mancuso (http://www.rtve.es/television/20101227/redes-raices-inteligencia-plantas/390278.shtml).