Cazadores de cometas
¡Qué brillante y hermoso nos parece un cometa a su paso por la Tierra, con la condición de que pase de largo!
Isaac Asimov
El 7 de enero de 2002, el asteroide 2001 YB5 pasó a solo 830.000 km de la Tierra, el doble de la distancia de la Tierra a la Luna. En términos astronómicos podría decirse que “rozó” nuestro planeta. El 17 de junio, otro asteroide de menor tamaño se acercó a apenas 120.000 km. Las evidencias de colisiones de grandes cuerpos del Sistema Solar contra la superficie terrestre (como la que, presuntamente, contribuyó hace 65 millones de años a la extinción de los dinosaurios) no invitan a la tranquilidad cuando suceden episodios de esta naturaleza.
El cine se ha ocupado de este tema en algunas de sus típicas entregas catastrofistas. Pero la preocupación es real. Tal vez en el pasado el tránsito próximo de un cometa por las proximidades de la Tierra hubiera provocado, aun sin impactar contra ella, la devastación en nuestro planeta con letales lluvias de meteoritos. Así lo creen algunos astrónomos, que atribuyen a un suceso semejante la fama que tienen estos objetos del cielo de portadores de la mala fortuna.
Hoy existen planes para prevenir y reaccionar contra la hipotética llegada de un bólido celeste a la Tierra. El número de asteroides o cometas de más de 10 metros de diámetro supera el millón, de ellos, unos cien mil tienen entre 100 metros y 1 kilómetro, de forma que el choque cósmico resultante provocaría efectos catastróficos. La NASA y la europea ESA han preparado planes de investigación y acción frente a esta eventualidad. Asimismo, existe una red internacional de observación de estos NEO (Near Earth Objects, u objetos cercanos a la Tierra). A ellos se suman multitud de astrónomos aficionados, los que durante la historia mayor número de pequeños objetos celestes han descubierto en el cielo: los genuinos cazadores de cometas, encargados también de dar la voz de alerta en caso de peligro.
- Referencias:
- La Agencia Espacial Europea (ESA) ha publicado en su web un vídeo sobre la aventura del módulo Philae, de la misión Rosetta de investigación de cometas (http://www.esa.int/esl/ESA_in_your_country/Spain/Cazadores_de_cometas_la_aventura_de_Philae). En un artículo de Astronomy Magazine se reconoce la importancia de los astrónomos aficionados en la búsqueda de cometas en el cielo (“A tribute to comet hunters”, http://cs.astronomy.com/asy/b/astronomy/archive/2013/11/04/a-tribute-to-comet-hunters.aspx). Una exposición divulgativa sobre cometas y grandes extinciones es “Dinosaurios, meteoritos, cambio climático y extinciones”, de José Ignacio Canudo (http://www.aragosaurus.com/secciones/publicaciones/artic/Canudo_2008.pdf). Miquel Serra Ricart, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), ha escrito el artículo “El fin del mundo puede esperar”, sobre la llegada en 2015 de un asteroide cercano a la Tierra, con reflexiones en torno a este tipo de fenómenos (https://www.iac.es/es/blog/vialactea/2015/01/el-fin-del-mundo-puede-esperar).